¡ATENCIÓN Chihuahuenses!
La cita es en: LA PLAZA DE ARMAS de Chihuahua
a las 17:00 Hrs.
Contacto: Mavi Kelebek
En la ciudad de Chihuahua, Martha Villagrán y Velia Gallegos, con la colaboración de Melisa Gallegos, realizaron una pequeña actividad en la que regalaron poemas de ellas mismas y fragmentos de poesías de poetas reconocidos, como Jaime Sabines, Neruda, Amado Nervo, Buesa, entre muchos otros, además de que se pegaron “post-its” con poemas en los autos que estaban cercanos a la plaza del centro de Chihuahua. La actividad se realizó en la Plaza de Armas, se pegó una manta que decía, te regalo un poema, y a las personas que estaban cerca les entregamos hojitas de poemas.
Algunos de los poemas que se regalaron impresos:
de MARTHA VILLAGRAN:
GUITARRA
Suena
el estruendo de cuerdas,
toca guitarra
la triste melodía,
y la voz de un indígena
entona la canción
que busca justicia
donde no existe,
arrodillado
ante la pobreza,
su voz apenas se escucha
su voz a nadie le importa.
Toca guitarra
la tonada
de un abuelo tirando
en la calle principal
de una metrópoli,
canta su hambre
y su frio,
cántale a la gente que pasa
y desvía la mirada,
a esa familia que nada le importa
a esos hijos que lo han olvidado.
Toca guitarra
una canción
del niño que vaga por las calles
sin nada en el estomago
ni en los pies
con las manos sangrantes
de trabajar injustamente
con los ojos ignorantes
por no ir a la escuela.
Toca guitarra
el acorde perfecto
que acompañe
las lagrimas de una mujer
que ha sido golpeada por la vida
(y tantos hombres)
que lleva a cuestas
la vida de unos niños
que se han quedado sin padre,
y con una madre que trabaja
para sobrevivir.
Toca guitarra
una balada
de el hombre
que corre por el desierto
desfallecido y sin esperanza
ahogado por la sed
que inunda su garganta,
y los pies deshechos de tanto caminar,
aferrado a la idea
de una vida mejor.
Toca guitarra
la copla de esta gente
que llora desesperada,
y dale con tu canción,
un poco de esperanza.
SOMOS UN PUEBLO
Y volvemos a ser
mártires de la justicia,
somos la alfombra que pisan,
un manantial de petróleo
que tiene fin
y aun así siguen explotando,
no somos mas
que un montón de esclavos,
llevamos cadenas invisibles
en las manos y piernas,
(Traducidas a recibos por pagar),
Llevamos grilletes en el cuello
ahorcando las ganas de salir adelante.
Somos un pueblo atascado en un pantano
y el gobierno, pisa nuestras cabezas
para no ensuciarse los pies,
para salir ilesos,
para quedar a flote,
y nosotros nos hundimos,
tragamos fango
y respiramos suciedad.
Somos un pueblo
que aprendió a vivir ahogado,
arrastrándose en el lodo
hasta quedar agotado.
Cerrar los ojos
a los robos de camisa blanca,
doblar las manos ante el poder.
Somos un pueblo que a diario escucha
a periodistas prostituyendo su lengua,
tapando baches de información
y engañándonos cuales niños
con una paleta de mentiras
para cerrar nuestras bocas,
permanecemos quietos,
quizás a nadie le importe que pasa,
nos callamos y seguimos
como fieles ovejas al rebaño.
Volvemos a los tiempos de Robín Hood
y el príncipe inepto,
manda al sheriff gordo
a intimidar al pueblo con su enorme panza,
subiendo los impuestos,
(para cumplir sus caros caprichos
y los de su séquito de fanfarrones)
arrebatándonos todo
quitando lo que es nuestro,
amenazando con cárcel,
y el futuro se pinta con lienzos de pobreza,
miseria y hambre es lo único que se ve,
a lo lejos,
un juglar canta su descontento,
su voz apenas se escucha
su guitarra vieja suena casi desesperada,
pero nadie le escucha
su clamor de injusticia
se pierde entre las quejas y
gritos y
desesperanza.
Y el héroe,
el héroe no aparece en este cuento
miles de Robín Hoods,
(Ladrones)
entran en casas y establecimientos
robando por igual a ricos y a pobres,
un poco menos pobres que ellos mismos,
y el botín…
apenas les alcanza para ayudarse.
Nos quedamos viendo desde la ventana
gente muere en nuestras narices,
y solo cerramos las cortinas para no mirar,
somos un pueblo que encontró en la violencia
la forma de vivir y subsistir,
cobarde para gritar su descontento
y con historia de guerras a cuestas
que no nos enseñaron nada,
terminan siendo sólo eso, una historia más…
Levanta México tus alas
cual águila que eres
afina tus ojos
y mira sólo hacia adelante,
deshazte de todos esos complejos
de inferioridad
de país del tercer mundo.
Si miras toda tu extensión,
está lleno de gente que trabaja
la naturaleza te bendice
y eres rico México, eres rico,
No andes mendigando limosnas
cuando no las necesitas.
POESIA.
Voy dibujando flores,
al viento,
mientras camino,
hablando con los ojos,
sonriéndole a la nada,
escribiendo pasajes en mi cabeza,
las dibujo mientras duermo,
cuando cruzo las calles,
o esperando semáforos verdes,
escuchando canciones tristes,
al cantar, cuando mi mente calla,
Las dibujo haciendo las compras
comiendo un helado,
también a veces cuando me enojo,
o lloro,
o rio,
incluso al tirar la basura,
y a veces,
cuando llega la noche,
y respiro,
con pluma y papel en la mano,
se vuelven poesía.
Solo en México- Discriminación
Solo en México
discriminación,
tiene tantos sinónimos,
ser dueño autentico
de estas tierras
es razón de risa,
expulsados de sus campos.
Nos burlamos de la piel morena
que fundó este país,
de las raíces que dieron el fruto
a lo que ahora somos,
despreciamos la sangre
que corre en nuestras venas
y lo mas “out” en moda
son las faldas multicolores,
y olvídate de usar
marca “made in la sierra”
ser indio es un insulto,
desterrado, marginal,
indigno de un empelo
Llevamos
arrastrando dolores
dolores que se quedan para siempre,
siempre vamos cargamos muertes,
muertes, uno tras otro
otro más, cae sobre nuestras espaldas,
espaldas manchadas de sangre,
sangre extraídas por balas,
balas escritas con irracionalidad,
irracionalidad que se expande como un virus,
virus que va matando a un país,
país que cae en pedazos
pedazos de recuerdos ahora lejanos
lejanos como la tranquilidad perdida,
perdida casi como la esperanza,
esperanza de seguir viviendo,
viviendo en medio de una cuidad del terror,
terror que no arrastra como un rio,
rio que corre de norte a sur, consumiéndonos,
consumiéndonos como fuego a la leña.
MARTHA VILLAGRAN
poemas de VELIA GALLEGOS
PRIMERA PERSONA
Cambié tu nombre por el mío, me enamoré de la soledad, de la fortaleza sin ti. Disfruto el aroma singular de este cuerpo febril, venero la sonrisa de unos ojos diáfanos, saboreo mi boca anhelante.
Indulgente, abrazo a la mujer herida por tu causa, a la dama que algunas veces hiciste sentir casquivana por absurdos motivos. La cobijo con suavidad, comprendo sus temores, destierro toda culpa.
No le prohíbo lágrimas al atardecer, sólo le prohíbo que el alba ilumine ese mismo llanto.
SECRETO
En un estío ardiente
me condujo al callejón de las hadas.
Nos miramos de frente,
un hechizo en el entorno flotaba.
La luna se ocultó,
discreta, y esperó lo inevitable.
Noche eterna y pasión,
memorias de un secreto inconfesable.
JUNIO
Salgo en busca de un recuerdo
que en una noche de junio
se escondió entre la ciudad.
Recorro nuestros lugares
impregnados de nostalgia,
vuelve a mí la cruel caricia
de tus labios exquisitos
y un suspiro me trastorna
al sentir las manos frías
del invierno inexorable.
Salgo en busca de la noche
y me encuentro al mes de junio
escondido en la ciudad.
VELIA GALLEGOS